Caminar por la sagrada ciudad de Jerusalem, es una de las experiencias que más me han marcado. No por el hecho de que es el centro de 3 de las más grandes religiones que hay en la tierra, sino por la experiencia como tal.
Me considero un ser espiritual. No soy fan de todos los ritos de las religiones, sin embargo los entiendo y respeto. Las noticias no le hacen ningún bien a Jerusalem. Según esto, todo el mundo estaba peleando, la gente siempre en conflicto y toda esa sarta de noticias falsas que sólo existen para vender más. Aquí hago un paréntesis cultural. Lean el libro de Factfulness (https://www.amazon.com/dp/1250107814/) Sólo para que se den una idea de cómo vivimos en una burbuja de mentiras en las noticias.
Después de este breviario cultural, les puedo decir que viví en carne propia la ciudad y desde mi experiencia todos están en armonía. Como me suele pasar terminé caminando en áreas musulmanes y amablemente me pidieron que me diera la vuelta. Lo entendí porque ni soy musulmán y la realidad es que no tenía que hacer nada por sus rumbos.
En el camino un vendedor palestino me apoyó diciéndome dónde había excelente comida árabe (sí tenía razón) y le compré unos recuerdos. Debo decir que el chavo era uno de los mejores vendedores que he conocido. Cuando le pregunté sobre los conflictos, él me contestó que todo eso es política y cuando la política se mete en la religión es cuando todo se va al carajo. Al final él está contento trabajando y nadie lo molesta.
Ahí es donde veo la diferencia entre la espiritualidad y la religión. En la espiritualidad no entra la política, es algo personal, es algo propio, es algo que sólo tú puedes entender y nadie más tiene por qué meterse. En la religión se corre el riesgo de politizar todo debido a que es una gran manera de tener control sobre las personas sin que piensen si lo que se dice es correcto o no. De allí los grupos extremistas que ya conocemos a lo largo de la historia.
Es tiempo de despertar! es tiempo de usar toda esa información maravillosa que está gratuitamente en la palma de nuestras manos y crecer nuestra espiritualidad. Si realmente quieres conocer a Dios o a la energía universal o como tú decidas llamarle, entonces el momento es ahora.
Sólo despertando a la mayor cantidad de personas en el mundo podremos evolucionar y tener el mundo que muchos de nosotros(as) deseamos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario