México fue castigado por el terremoto por ser malos cristianos.
Nos dolió el corazón a todos los mexicanos, que algo tan terriblemente absurdo, pudiera haberse dicho y sobre todo después de las muertes que estábamos viviendo. Sin embargo de eso no vamos a hablar, porque no vale la pena ni siquiera mencionar a los autores intelectualmente retrasados que sólo quisieron lastimar a nuestra gente.
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Este artículo está más enfocado en la hermosa representación de la Virgen de Guadalupe (aprovechando que hoy es su día). y cómo influye en nosotros los mexicanos.
México es un país que adora a la madre pero la figura de poder es representada por el padre. Esa es la dicotomía de nuestro país. Amamos a nuestra madre y sometemos a nuestras mujeres. ¿Cómo es eso posible? Desgraciadamente las instituciones religiosas se han encargado de implementar un sistema agresivamente masculino y por eso nosotros proponemos buscar la fe lejos de estas instituciones corruptas.
Vamos a desglosar un poco la fuerza de este bello simbolismo femenino. La madre es un signo perenne de confianza y apoyo. Para nosotr@s los mexican@s, nuestra madre es un león que no tiene miedo y ante los peligros es la que sale a defendernos. Es la fuerza que se sacrifica para y por sus hij@s y es la piedra angular de la confianza en nosotr@s mism@s.
Sin la Virgen Morena, México no sería lo que es. Y eso, no necesariamente es bueno. A menos que tomemos consciencia de la influencia de lo femenino en cada uno de nosotr@s, sin importar nuestro género. Este país tiene un gran potencial, sólo tenemos que integrarnos.
Es complicada esta idea ya que estamos condicionados a pensar que papá debe ser fuerte, es la acción y la protección; y mamá es la comprensión, el amor y el cariño incondicional.
Pero en la practica, no funciona así, ni todos los hombres, ni todas las mujeres cumplen su respectivo estereotipo, de hecho, existe tanta información respecto a la ideología de género, que podemos llegar a confundirnos sobre como conducirnos en nuestras diversas relaciones, lo que ha generado conflictos en la ya de por si complicada relación entre hombres y mujeres.
Nuestra propuesta, que cada persona busque reconocer e integrar, tanto su lado femenino, como masculino, independientemente de su género. Y así lograr una sociedad integrada y respetuosa, lo que en un futuro se convertiría en un referente de potencia nacional. Si, sabemos que suena utópico, pero acaso ¿no de sueños nacen los cambios?
Lore y Adrián
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