Soy una
princesa
Por Psic. H. Guadalupe Mesa Bustamante
Soy mujer y como toda mujer, alguna vez fui
niña, una niña que creció viendo, escuchando e incluso, jugando con historias
de princesas. Esa bella fantasía de tener un hermoso vestido, vivir en un
palacio y tener una melodiosa voz que acompañaba el canto de las aves; para mi
eso era sólo un juego, no tenía ni idea de todo lo que estaba aprendiendo…
En primer lugar ¿Qué es ser una princesa? Para
eso, voy a hablar primero de los diferentes tipos de princesas que ha habido a
través de la historia. El primer grupo o etapa de princesas -específicamente en
películas de Walt Disney- son aquellas princesas que solamente esperaban que el
príncipe las salvara o que algo en el mundo arreglará todos sus problemas (cómo
un hada madrina), un ejemplo de esta princesa es Aurora, de la bella durmiente,
a lo largo de la película, Aurora -a pesar de ser la protagonista- sólo tiene 2
líneas de dialogo, el resto de la película se encuentra pasivamente dormida
hasta que el príncipe Felipe viene a salvarla y… vivieron felices por siempre.
La segunda etapa son aquellas princesas que ya
hacen cosas por ellas mismas y no sólo esperan a que
el príncipe las salve,
además, ahora es el príncipe quien tiene que ganar su corazón, por ejemplo: la
Bella. Bella es una mujer inteligente (al menos eso plantean con los libros)
quien sabe que es lo que quiere y qué es lo que no quiere, además, toma decisiones
por ella misma. Después la Bestia -al controlar su mal genio- Logra ganar su
corazón y… viven felices para siempre.
La tercera y etapa actual de princesas son
aquellas que ya no necesitan de un príncipe, son fuertes por ellas mismas y
tienen un reto o un problema que logran resolver por si mismas, por ejemplo:
Moana, ella sale de su isla- el único lugar que conocía- para cumplir su
destino y hacer lo que realmente quería hacer, la acompañan otros personajes en
el camino los cuales se vuelven sus amigos y al final de la película, no es la
pareja de ningún personaje, así que, y… ¿vivió feliz para siempre? La premisa
es que sí, porque cumplió su sueño y lo sigue viviendo, no necesitó casarse con
un príncipe para ser feliz.
Ahora, volviendo con la primera pregunta ¿Qué
es ser una princesa? Ya vimos que hay 3 tipos de princesas y esto mismo existe
porque la sociedad y el mundo se dio cuenta que las princesas eran mucho más
que una acompañante de un príncipe, se dieron cuenta que ser princesa es poder
enfrentar las problemáticas por si mismas, es tener una voz -no una melodiosa
que acompaña a las aves- sino una que se hace escuchar; sobre todo es ser consciente
que no necesitamos ser salvadas, sino que tenemos la fuerza y el espíritu para
pelear nuestras propias peleas.
Hoy que soy mujer, me di cuenta que todos esos
juegos me enseñaron a ser una princesa, a defender ms ideales, a gritar si
quiero ser escuchada y a respetarme a mí misma. Así que, ahora de mujer a
mujer, te invito a ser una princesa.
Lu, para los cuates, es colaboradora de El Buda Urbano y Tacos de Sesos.
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