Todo empezó con un dolor de cuello, pero no ese dolor de estrés, sino a los lados del cuello. Como si tuviera yo dos pelotas de ping pong saliendo de mis costados. Varias veces me fui a mirar al espejo, pensando que tendría el cuello inflamado, pero nada de eso pasaba. A la mañana siguiente, sentía que tragar saliva era un infierno. Aún así con todos estos síntomas, hice lo que muchos hacemos. Remedios caseros. Así me fui de vacaciones con mis remedios caseros y mis dosis de vitamina C. Cuando regresé de viaje, ya casi no podía mover el cuello y la verdad me sentía muy mal. Decidí entonces ya ir al doctor. Para no hacer el cuento aún más largo, pues tenía faringitis aguda y son 7 días de antibióticos.
Esta es sólo la introducción del tema que quiero abordar contigo. Estoy frustrado y enojado de haberme enfermado, y aunque entiendo que es algo natural y que todos pasamos por un momento así, no me quita la experiencia de saberme fallido.
Ya después de hacer conciencia y reflexionar sobre la enfermedad, la zona e intensidad, entendí que es un gran mensaje de mi cuerpo para dejar de hacerme pendejo y expresar lo que siento.
Este es el gran problema de las enfermedades. A pesar de que llevemos la mejor vida del mundo, siempre hay algo que te ayuda a detenerte y reflexionar. Qué sería de una vida sin reflexión? Qué sentido tendría no entender el sentido de la vida? Al final, lo que más me importaría dejarte como reflexión, no es si la enfermedad es un camino o es un infortunio, para mi si tienes una gran actitud ante los cambios, cualquiera que este sea será una bendición a futuro.
El Dr. Adrián Salama desarrolla innovación psicoterapéutica que genera excelencia personal. El desarrollo del potencial humano y la vanguardia son su sello personal
Más artículos en: BLOGGER
No hay comentarios.:
Publicar un comentario