En las relaciones de pareja y objetales (aquellas con sustancias y/u objetos), una de las mejores historias la leí en un libro de AA
Se dice que un hombre estaba tomando en una cantina y se burlaba de su amigo que había dejado de tomar por ayuda de AA. El hombre decía (con el tarro de cerveza bien agarrado en su mano derecha): "Si todas esas babosadas de AA fueran ciertas y Dios pudiera ayudarnos, él ya me hubiera arrebatado este tarro de mi mano"
Su amigo, un gran compañero y aprendiz, le comentó: "Obviamente Dios quiere quitarte el tarro de tu mano, pero antes tu debes de soltar ese agarre"
Soltar... te invito a hacer un ejercicio en este momento. Toma tus dos manos y júntalas entrelazando tus dedos como si tomaras a alguien más de las manos. Ahora que ya tienes las manos juntas aprieta como queriendo agarrar a alguien para que nunca más se vaya. Haz esto lo suficiente para que tus dedos queden blancos por la presión y no sueltes hasta que ya no puedas más.
Si lo hiciste correctamente es seguro que sentirás un poco de dolor al separar las manos, pero también mucho alivio. Así exactamente es la vida en gran escala. Cuando soltamos una relación destructiva, una sustancia que nos ha esclavizado o un pensamiento compulsivo. Al inicio será muy difícil sobrepasar el dolor, sin embargo se sentirá un gran alivio si se permite que el tiempo haga su labor.
Obviamente esto puede ser mucho más efectivo y rápido con el apoyo de un experto en el área de la salud mental.
Una clínica especializada en la rehabilitación de adicciones.
Licenciado en psicología humanista, maestro y doctor en psicoterapia gestalt
por la Universidad Gestalt
Porque me gusta estar siempre al tanto, vamos a conectarnos
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