miércoles, 1 de junio de 2016

El éxito radica en el verdadero interés en el otro



Mientras daba una de mis clases sobre cómo mejorar la forma en cómo nos comunicamos con nuestro cuerpo y así lograr el éxito del mensaje que enviamos, uno de mis alumnos me preguntó cómo lograr que hubiera congruencia entre lo que se decía y lo que se mostraba con nuestro cuerpo.  Este es uno de los temas que más buscan los líderes. Mientras más claro el mensaje, menores los problemas que hay que ir resolviendo en la implementación de los procesos.

Un tema muy importante en la cuestión de liderazgo, es que entre los seres humanos tenemos dos tipos de caracteres. Los que saben ser líderes y los que saben seguirlos. Conocer estos dos tipos de caracteres, nos ayuda mucho en el proceso de coachear a un cliente. Sin embargo no hay que temer ser un seguidor o un líder, lo importante es poder explotar las habilidades ocultas que tiene cada personalidad y sobre todo ir desarrollando nuevas.

Un tema importante en el desarrollo de habilidades de liderazgo, es entender que los seres humanos nos manejamos mejor en clanes. Un grupo se maneja de manera ordenada si tiene un máximo de 130 personas, más de esto es ingobernable, sobre todo si nos vamos a manejar en jerarquías[1].

Hoy en las organizaciones de alto margen de población, los clanes son complicados de desarrollar y esa es una de las principales razones por las cuáles es más difícil que la comunicación fluya adecuadamente. Es en donde la función de un coach hace mucho bien al desarrollo de pequeñas tribus y células de producción avanzada. Al ser más corto el camino de la comunicación para desarrollar más competencias y menos entropía dentro del sistema de la empresa.

Cuando nos empeñamos en comenzar a conocer a las personas que laboran directa e indirectamente con nosotros, nuestra labor como líder del clan, reluce de una manera muy dinámica. En muchas de las empresas en las que he colaborado, es increíble notar que con el simple hecho de prestar atención a algunos de los empleados, es suficiente motivación para que se desarrollen aceleradamente. Es donde se puede evaluar la fuerza y el impacto de el acercamiento con intención de “verdaderamente conocer al otro”.

Acercarse a una persona, con la verdadera intención de conocerle, no siempre nos asegura que el otro se abrirá a nuestra solicitud o incrementará su producción como por arte de magia, pero sí desarrollará en su mente, una imagen de nosotros de intención positiva y amable. A todos nos gusta poder contar nuestra historia y son pocas las personas las que están dispuestas a sólo escuchar.  Cuando nos acercamos con interés al otro, inmediatamente se crea un lazo de honestidad que de ser que se vaya recreando con constancia, es muy probable que surja una relación basada en la responsabilidad y el respeto; tema sumamente importante dentro de las organizaciones y más ahora que en el mundo estamos viviendo un ambiente de apatía y desinterés.

El coaching te puede dar herramientas muy poderosas para generar clanes o tribus de alto rendimiento dentro de tu organización. Sobre todo si lo que más te interesa es el progreso y el desarrollo de tu equipo y de tu empresa.

En la Universidad Gestalt no sólo desarrollamos coaches de excelencia sino que además tenemos todo un departamento que se especializa en desarrollar a las empresas.  


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[1] Mark van Vugt y Anjana Ahuja

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