La codependencia. La adicción al otro

Los problemas en la pareja son el pan de todos los días de los terapeutas, estilistas y solones de belleza en todo el mundo, sin embargo, lo que es preocupante, es escuchar a adolescentes comentar que sus parejas las(os) agreden de manera física y ellas y/o ellos las justifiquen con la frase “es que tuvo un mal día”

La codependencia es tan antigua como el vino, sin embargo, escuchar casos de adolescentes con esta enfermedad no lo es tanto.

Qué hace tan terrible a esta enfermedad?

Lo primero, es que es una adicción. Sí, aunque no lo parezca, la codependencia entra en una de las categorías de adicciones. La otra adicción es a sustancias y la última a conductas.

Lo segundo, es que es una adicción en donde el elemento adictivo es otro ser humano, lo que hace aún más complicada la solución al problema. En el caso de las sustancias, se aleja la sustancia y listo, la persona puede comenzar su rehabilitación. Pero en el caso de otra persona, tiene que haber un mutuo acuerdo o buscar la manera de alejar al otro (y esconder al enfermo o enferma) para su rehabilitación, sin alteraciones.

En la codependencia, la persona afectada, carece de una buena estructura de autoimagen, autoconcepto y estas dos unidas, autoestima. Lo que obliga a los terapeutas a trabajar con alguien que se siente horrenda(o), nunca digna de ser querida(o) por otra persona y que no puede hasta el momento tener las herramientas adecuadas para quererse a si misma(o).

Por qué ahora?

Parte de la causa de un aumento en esta enfermedad, es la falta de atención de los padres e incluso el presencialismo (estar presentes aunque en sus smartphones chateando con quien sabe quien)

En la enfermedad, una de las razones del conflicto, es la búsqueda incesante de la atención de alguna de las figuras de autoridad. Razón por la cual, cuando la transfieren a una pareja, harán todo lo posible para no perder este interés. Cuando me refiero a todo lo posible, me refiero

Hay cura?

desgraciadamente, la codependencia es sólo el síntoma de una enfermedad más grave. Esta enfermedad la conocemos como adicción y no tiene cura. Es por eso que no existen los ex adictos, sino siempre adictos en recuperación.

Vivimos en una sociedad en donde queremos encontrarle cura a todo, para no enfrentar la responsabilidad de tener que sortear ciertos eventos en los que tenemos que ser muy responsables y disciplinados.

En el caso de la codependencia es exactamente igual que con las otras adicciones. La persona tiene que dejar al sujeto detonante (el otro y otra que genera la adicción o la detona), una vez hecho esto, el (la) enfermo(a) tiene que entrar a sesiones de psicoterapia, grupo de apoyo, acompañamiento por otra persona que sea codependiente en recuperación, entre otros métodos. Ya una vez que haya podido controlar su adicción, se sugiere entrar a reuniones semanales en donde se mantenga apoyada(o) por otras personas que sufran el mismo problema.

Qué sigue después?

vivir en el aquí y ahora. Si la persona con adicción ya logró liberarse del detonante, lo que sigue es vivir una vida plena, responsable y en el aquí y ahora. Como dirían en AA “un día a la vez”

Adrián Salama.

Socio fundador COTEGA (http://www.cotega.org)

Licenciado en psicología humanista, maestro y doctor en psicoterapia gestalt

(http://www.gestalt.mx)

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