Nada más terrible que la mediocridad
Hazte un tiempo para preguntarte lo siguiente: ¿Eres quien pensaste que serías?
Esta pregunta no sólo nos abre las puertas a una crisis existencial si la respuesta es no, sino que además puede servir de asiento a uno de los más grandes y maravillosos cambios en nuestra vida. La siguiente pregunta es: ¿Estás lista(o)?
La zona de confort es el paro cardiaco de la vida. Cuando estás teniendo uno todo lo maravilloso de tu vida pasa por delante de tus ojos, haces todo lo posible para evitar morir y en ese momento (si te salvas), hay un gran despertar. El problema con la zona de confort es que no es tan dramática ni tan estridente como lo es un verdadero paro cardiaco.
En mi consulta he visto mucha gente que murió fulminada por un paro cardiaco existencial y aún no se han dado cuenta. Revivirlos es igual de difícil que la reanimación. Tienes que ser fuerte, agresivo y luchar contra la naturaleza (del No Yo) que se aferra a no salir de la comodidad de la mediocridad.
¿Vale la pena?
Para mi sí. Y la razón es porque creo que el ser humano es el único ente que vino a la tierra a prosperar y superar las limitaciones de nuestro cuerpo (frágil y débil).
La buena noticia es que todos podemos prosperar y ser una luz en este mundo acercándonos a Dios (como sea que lo entiendas).
Una clínica especializada en la rehabilitación de adicciones.
Licenciado en psicología humanista, maestro y doctor en psicoterapia gestalt
por la Universidad Gestalt
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