jueves, 16 de junio de 2016

El derecho de existir

Quiero que primero quede claro que parte de este artículo es, porque ya estoy cansado de ver en las noticias, en mi Facebook, de escuchar a la gente hablar sobre actos terroristas (y digo terroristas porque son actos que son para generar terror).

Muchas personas creen que, saliendo a la calle y mostrar amor en un día, es suficiente para demostrar a todos los demás, que nos amamos y que estamos unidos, cuando durante todo el año actuamos intolerantes ¿Crees que por salir a mostrar una simulación de unión, vas a contra atacar el terrorismo?

Para mi lo que ha fallado, es la educación, es la formación de valores y nosotros los padres.

Yo ya estoy cansado, porque siento que cada granito de arena que pongo, que con cada movimiento que intento para acercarme a ti, me ha alejado. Te muevo un poco desde el corazón pero no lo suficiente para iniciar una acción. Y lo que más me entristece es que mucha gente sí quiere hacer algo pero no sabe cómo. Y al final como no sabe, termina anestesiada con la televisión, la computadora o simplemente con el teléfono que tiene en sus manos.

Claro que lo que me puedes decir ahora es: “Esta bien, me levanto y ¿luego qué?”. Es válido, porque ni siquiera yo sé que se hace después. Es válido, porque cada uno de nosotros tiene una pasión dentro. Es válido, porque nadie te puede obligar a hacer algo que no quieres.

Sin embargo, yo te invito a que descubras ¿cuál es esa pasión que hace que tú te muevas? No la búsqueda del dinero, esa cualquiera la hace, no la búsqueda del placer inmediato, eso cualquiera lo tiene, sino aquello que realmente te hace trascender, aquello que realmente sientes que te mueve.

Cuando encuentras ese momento, entonces encuentras tu pasión. Te aseguro que la vida realmente cambia, no tiene nada que ver con el otro, tiene que ver contigo. Porque si tú cambias el mundo cambia a tu  alrededor. Porque nosotros solamente somos ese reflejo de realidad y el mundo que tú ves, solamente existe porque existe dentro de tí y porque tu percepción es la que cambia al mundo interno y como vivas tu mundo interno, modifica y altera tu mundo externo

Hoy, yo te invito a hacer esto. Te invito a que hagas un cambio. Te invito a que te levantes de la silla, a qué observas ¿qué es lo que más te gusta? a que descubra tu pasión y se alguien de bien para este mundo. No alguien que no estorba, sino alguien que realmente hace algo. Hazlo por ti, no lo hagas por los demás y verás que la recompensa es mucho más grande de lo que tú creías

 Adrián Salama.
Socio fundador COTEGA (http://www.cotega.org)
Licenciado en psicología humanista, maestro y doctor en psicoterapia gestalt

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