Uno de los temas que más comparto con los
directivos de empresas, es la falta de preparación con la que salen los alumnos
de las escuelas y el alto costo en capacitación (sin descuidar también las
horas hombre) que toda empresa tiene que invertir para poder comenzar a
aprovechar al nuevo empleado.
Este tema es muy importante, sin embargo
para cuestiones de este artículo, me quiero enfocar en lo que sigue después de
que un empleado ya fue capacitado, y es, el desarrollo que tendrá dentro de la
empresa ya una vez que lo básico fue implementado.
El desarrollo organizacional o DO como se
abrevia, es una especie de escuela dentro de la empresa que lo que busca es
ampliar las capacidades y potencialidades de los empleados dentro de la
organización. Con esto en mente ¿no estaría genial que las escuelas ya enviaran
empleados con el hábito de mantenerse actualizado?
Parte de la visión que tengo en la
Universidad Gestalt es mantener siempre a la vanguardia los programas
académicos y sobre evitar ser una escuela de producción masiva de estudiantes.
Lo que mejor habla de una escuela, son sus egresados y el éxito que tienen
fuera de su alma mater. Estoy muy orgulloso de conocer historias de éxito que
han surgido por parte de los estudiantes de la institución y otras más de las
empresas que confían en nosotros para capacitar a sus empleados.
Hoy por hoy soy un ferviente creyente de
que la única manera de acrecentar una economía y posibilitar la felicidad, es a
través de una buena educación, que no sólo se encuentre a la vanguardia, sino
que se mantenga actualizada y adaptada a las necesidades de los demás.
Adrián Salama.
Socio fundador COTEGA (http://www.cotega.org)
Licenciado en psicología humanista, maestro y doctor en psicoterapia gestalt
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