El cáncer de mama

El cáncer de mama

El cáncer es uno de los temas más polémicos que existen y este mes de octubre celebramos el mes de consciencia del cáncer de mama.

La medicina ha avanzado muchísimo desde hace unos 50 años a la fecha, sin embargo en la antigüedad, se usaban técnicas como cortar, quemar y envenenar para curar ciertas afecciones que hoy con unas pastillas o simple reposo es suficiente para eliminarlas. Sin embargo como les decía, el cáncer es de las pocas enfermedades que aún se siguen manejando igual (aunque con técnicas un poco más modernas). ¿a qué me refiero? Cortar (se tiene que extirpar el tumor), quemar (se usa radiación) y envenenar (se usa quimoterapia).

Hoy en día existen mucho métodos para poder tratar esta enfermedad que no tienen que ver con la medicina “moderna”. Entre ellas y siempre lo recomiendo en conjunto con otros métodos de tratamiento, está la psicoterapia.

En casos que he tenido de éxito recuerdo dos muy gratos: Uno era un cáncer de próstata y el otro un cáncer de mama en conjunto con miomas en el útero. Ambos casos después de un tiempo de psicoterapia y análisis de sus vidas, llegaron a un mismo patrón: un terrible sentimiento de enojo y tristeza guardado por años… o como es más conocido, ambos estaban resentidos. (al final ambos se salvaron por su positivismo ante la vida)

Entonces, ¿está vinculado el cáncer con el resentimiento? Para mi la respuesta es muy clara, sí.

Resentirse es vivir varias veces en la mente lo que más nos ha enojado, entristecido y generado una sensación de impotencia y frustración. Ahora recordemos que nuestra mente no distingue entre una vivencia exterior y una interior. Si algo exterior que nos lastimó y nos entristeció, lo seguimos viviendo internamente, en nuestra mente, una y otra vez, lo más seguro es que esas frecuencias, toxinas y estrés sean exactamente iguales a cuando lo vivimos. Lo negativo en este tipo de eventos, es que no lo vivimos una o dos o diez veces, sino que lo repetimos mil veces y esas mil veces son iguales a la primera (o a veces mucho peor, porque le agregamos más enojo y frustración)

Piensa en los resentimientos que tienes y analiza ¿qué tanto quieres un cáncer? Perdónate y perdona a quien te hizo daño, vive y contagia a los demás de lo maravilloso que es estar vivo(a)

NOTA: No todos los cáncer son iguales y no todos son por resentimiento. En ningún momento afirmo que esto sea una ley, es sólo mi experiencia y la lectura de varios libros y cursos de enfermedades psicosomáticas.

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